SORORIDAD,
ECUMENISMO Y DEMOCRACIA
Al empezar el milenio el programa de ecumenismo de CEPALC quiso
convocar a las mujeres de iglesia para empezar un caminar hacia la toma de
conciencia de nuestro ser de mujeres. Fue así como se invitaron tanto a
lideresas como a mujeres inquietas de las iglesias a participar en el programa.
El nombre se debe a tres elementos que el colectivo deseaba
impulsar: La sororidad que es la hermandad entre mujeres era importante
porque es necesario crear ambientes en que las mujeres se unan para construir
un mundo justo y una sociedad equitativa en el que se les dé el pleno
reconocimiento a sus derechos, dignidad y búsquedas.
El Ecumenismo, porque la identidad del grupo consistía en que eran mujeres
creyentes que tenían un liderazgo en sus iglesias. Se trataba de que hubiera la
mayor representatividad de las diferentes confesiones cristianas. Es así como
lo configuran principalmente católicas, anglicanas, luteranas, presbiterianas,
menonitas, metodistas, evangélicas, cuáqueras y pentecostales.
La Democracia tuvo dos motivos: el principal que era darle una dimensión
fresca al compromiso de construir una nueva sociedad pluralista, en la que
todas y todos quepamos sin distingos de ninguna especie. Pero una segunda fue
la reflexión sobre las búsquedas de la paz porque la entendemos como fruto de
una verdadera democracia donde se tenga igualdad de oportunidades los varones y
las mujeres.
Se han realizado muchos eventos, especialmente talleres que
han ido formando y dando conciencia a las mujeres de iglesia. Los temas han
sido muy variados pero la metodología ha sido parecida pues se tratan temas
profanos como el origen del 8 de marzo o el 25 de noviembre y bíblicos
recalcando las mujeres que fueron constructoras de derechos y que aunque no
aparezcan sus nombres nos han dado ejemplo de entereza y lucha como las hijas
de Zelohefad.
Lo cierto es que el colectivo es cada vez más sólido y se
siente como un espacio en el que se pueden tratar todo tipo de temas que a veces
no se pueden tratar en espacios abiertos pero que son parte de las búsquedas
cotidianas de las mujeres. Además el colectivo ya es reconocido en Colombia y
fuera del país.
Hay muchas esperanzas para el futuro del colectivo SED. El
proceso que se impulsa este año 2010 junto al grupo creativo de CEPALC en el
tema de MUJER, VIOLENCIA Y COMUNICACIÓN contribuirá en el camino que desde hace
10 años se inició para que las mujeres de iglesia avancen en su formación
teológica, comunicativa y de conciencia de género.